El otoño en Galicia es la estación más entrañable. Es el momento mejor para visitarla, con más tranquilidad que en el verano, el paisaje cambio de ritmo y nos regala con sus variados coloridos: ocres, marrones, naranjas, amarillos y violetas ...es la estación de hacer senderismo por veredas bordeadas por "castiñeiros" que llenan el suelo con sus erizos abiertos dejando ver las relucientes castañas. Es casi imposible pasar si bajarse a cojer alguna.
Y es que en esta época la Naturalezas nos regala sus manjares otoñales como las castañas y setas.
El "magosto" es una celebración festiva y popular, tradicional en toda Galicia y en otras zonas del Oeste y Norte de España , como León, Zamora, Asturias, etc.. Tiene dos elementos principales: las castañas y el fuego, aunque se le suelen añadir otros elementos como chorizos , carne de cerdo y en algunos lugares, como en Orense, aprovechan la ocasión para la degustación del vino nuevo de la cosecha.
La castaña recobra en el mes de Noviembre la importancia que desde hace siglos tenía en nuestra región y que le fué arrebatada por la patata y el maiz. Los magostos llenan el aire con el delicioso olor de las castañas asadas, mientras todas las aldeas y ciudades se reunen para compartir comida, bebida, risas y música.
Uno de los magostos más conocidos se lleva a cabo en Orense, en esta capital de las "burgas" el Concello organiza en la Alameda un inmenso magosto popular, tambien un monte cercano a la ciudad, llamado Monte Alegre es centro de reunión de multitudinarias pandillas de amigos, que llenan la montaña de gran cantidad de hogueras, que al anochecer brillan en la oscuridad.
También es una fiesta escolar. En todos los colegios se celebra un día en la que los niños disfrutan con sus cucuruchos de castañas, acompañando esta fiesta con representaciones teatrales, poesias, bailes y juegos. Es costumbre al terminar de asar las castañas, coger un tizón apagado y mancharse unos a otros, aunque la diversión es mucho mayor cuando consiguen tiznar de negro a los profesores, que procuran que esto no suceda, aunque el que más y el que menos termina como un "carbonero".
Pero no todos es alegría, en estas fiestas. Este año en un pueblecito cerca de Cerdedo, Meilide, un grupo de unos quince amigos se reunieron en un centro social para hacer un magosto. Como hacía mucho frío además de dos estufas eléctricas introdujeron un brasero en el local. Cuando estaban en plena fiesta, empezaron a sentirse mal, se estaban intoxicando con monóxido de carbono del brasero, como sabeis produce la llamada "muerte dulce" , siete personas tuvieron que ser evacuadas a centros hospitaliarios de Pontevedra y menos mal que todo se quedo en un susto.
La castaña recobra en el mes de Noviembre la importancia que desde hace siglos tenía en nuestra región y que le fué arrebatada por la patata y el maiz. Los magostos llenan el aire con el delicioso olor de las castañas asadas, mientras todas las aldeas y ciudades se reunen para compartir comida, bebida, risas y música.
Uno de los magostos más conocidos se lleva a cabo en Orense, en esta capital de las "burgas" el Concello organiza en la Alameda un inmenso magosto popular, tambien un monte cercano a la ciudad, llamado Monte Alegre es centro de reunión de multitudinarias pandillas de amigos, que llenan la montaña de gran cantidad de hogueras, que al anochecer brillan en la oscuridad.
También es una fiesta escolar. En todos los colegios se celebra un día en la que los niños disfrutan con sus cucuruchos de castañas, acompañando esta fiesta con representaciones teatrales, poesias, bailes y juegos. Es costumbre al terminar de asar las castañas, coger un tizón apagado y mancharse unos a otros, aunque la diversión es mucho mayor cuando consiguen tiznar de negro a los profesores, que procuran que esto no suceda, aunque el que más y el que menos termina como un "carbonero".
Que buen repotaje sobre los magostos,a travès de èl revivì tantas recuerdos de mi època de estudiante en Orense ,en el monte con amigas y compañeros asando las castañas,al pensarlo todavìa siento el calor de ellas en las manos antes de llevarlas a la boca.Que bien estàque las tradiciones se sigan conservando.Te felicito nuevamente por tan buena nota.Besos .Delia.
ResponderEliminarComo disfruté con este estupendo reportaje sobre los magostos recordando mi niñez y juventud en esas preciosas tierras.
ResponderEliminarCon mucha morriña desde México, gracias por ese maravilloso regalo inmaterial que me has hecho.
Que bonito es cuando los pueblos guardan esas tradiciones durante siglos.Preciosas las fotos, sobre todo la del paisaje otoñal y las castañas están que se salen. Un acierto de post.Un abrazo
ResponderEliminarDelia a mi me pasó lo mismo mientras lo escribía, venían a mi memoria nuestros años en Orense y los magostos con su olor a castañas asadas y las excelentes amistades que fueron surgiendo en aquella época y que en muchos casos duran toda la vida.
ResponderEliminarHoy en día Orense es la ciudad gallega que más y mejores magostos organiza,sus fiestas de S. Martín,tienen fama en toda Galicia.
Ya os estoy dando una idea, la próxima visita en Noviembre.
Besos
Y a mi das una enorme satisfacción, María, al pensar que he contribuido a que recordaras los años de tu niñez en Galicia. Como todos los que estais fuera, esos recuerdos emocionan mucho, es una mezcla agridulce de vivencias que vuelven en tropel.
ResponderEliminarGracias a tí, por escribirme. Para mí tambien es un regalo.
Un abrazo y espero tener más noticias tuyas
Si que es bonito conservar esas tradicion ancestrales, Carolina. La fotografía de paisaje que te gusta, no es mía,es de hace unos años y me la mandó uno de mis hijos, que está en el estranjero,y la encontró por casualidad en una publicación de internet, y su título es "Cerdedo otoñal" no sabemos su autor. A mi tambien me pareció preciosa, con un colorido. espectacular.
ResponderEliminarUn abrazo