En realidad lo hizo ella sola porque le encantan los animales y aunque Lúa al principio se metió debajo de una mesa, ella enseguida la conquistó, se sentó en el suelo, y allí estuvo 3 horas seguidas, cortando y cortando, y la perra ya completamente relajada y feliz. Es increible la cantidad de pelo que tenía. Sólo le dejamos las orejas y el rabo sin cortar. Desde aquí, muchas gracias, Raquel .
Ya me direis ¿Que os parece el cambio?
No cabe duda que Lúa no es sólo una señorita, yo creo que es una verdadera princesa, con peluquera a domicilio y todo el cariño de su ama...¡¡¡¡si eso es vida de perros, me apunto!!!!
ResponderEliminarHasta me apuntaba yo tambien,¡Ja,Ja! no solo tiene el cariño de la ama sino de toda la familia.
ResponderEliminarGracias Anónimo.
kien fuese lua jajaj cualkiera pasaria la tarde con ella ojala todas las clientas fuesen como ella jaja.
ResponderEliminar¡Muy bueno el comentario!Me parece que esta simpática anónima no es difícil de conocer.
ResponderEliminarUn abrazo