miércoles, 6 de julio de 2011

RAPA DAS BESTAS

Los orígenes de esta romería se remontan al siglo XVI, y por su belleza es declarada de Interés Turístico Internacional. Su principal atractivo se centra en el rito de marcar y cortar las crines de los caballos salvajes (llamados bestas)  que en numerosas manadas viven en libertad en los montes de Galicia.


 Comienzan con la tarea de reunir las manadas en un lugar apropiado en la montaña, para despues bajarlos al pueblo y encerrarlos en un recinto llamado curro. Allí los "aloitadores", gente muy preparada, comienzan la tarea de raparles las crines y marcarlos.

El de Sabucedo, en el Ayuntamiento de La Estrada es el más famoso de Galicia, ( este año acudieron mas de 20.000 visitantes, 160 periodistas y mas de 60 fotógrafos)  y tiene lugar el primer fin de semana de julio, pero durante este mes de agosto hay curros en otra muchas lugares gallegos. Nosotros tenemos la suerte que Sabucedo está a pocos kilómetros de Cerdedo, por lo que desde siempre vivimos esta fiesta como propia. Durante tres ó cuatro días permanecen los caballos en el pueblo y al final los sueltan para que sigan con su vida libre y salvaje.












La primera vez que se ve la rapa causa un impresión difícil de olvidar, y aunque todos los años se siguen los mismos rituales, siempre resulta espectacular, hombres y caballos derrochan fuerza y energía ante más de 2.000 personas que abarrotan el curro.

Comienzan separando los potrillos y llevándolos a un cercado aparte, esta labor la realizan  los niños que de esa manera comienzan temprano a entrenarse para de mayores ser unos expertos.Cuando en el curro sólo quedan caballos adultos, generalmente en número de 200 comienza la lucha entre aloitadores y caballos, es una lucha noble en que sólo se utilizan las manos y la mayor preocupación es no lastimar a los caballos, lo que se pretende es sujetarlo y tirarlo al suelo para alli cortarles las largas melenas que traen despues de pasar un año en libertad. 


Se suceden los saltos desde el muro del recinto, para caer sobre un verdadero mar de caballos, la gente vive estos momentos con enorme emoción, aplaudiendo animando constantemente a los valientes luchadores, que enseñan  las crines cortadas como un magnífico trofeo.
Pero no os creais que es sólo cosa de hombres, durante los duros años de la guerra civil española, que las aldeas se quedaban sin hombres, porque estaban luchando, fueron las mujeres de Sabucedos la que realizaron estas peligrosas tareas que requieren fuerza y adiestramiento. Hoy en día siempre aparece alguna chica aloitadora, que como es lógico recibe muchos aplausos.













Entre las anécdotas de este año podría contaros que el alcalde de La Estrada, recién elegido en las últimas elecciones, José López Campos, en su campaña electoral, había prometido que si salía elegido, saltaría al curro, así lo hizo y detrás saltó tambien el Presidente de la Diputación de Pontevedra. Pusieron más voluntad que maña, pero el público lo agradeció con una gran ovación.
La rapa en su conjunto es un espectáculo único, cada año aumenta el número de turistas de diferentes nacionalidades, así como reporteros acreditados de todas las partes del mundo. Os la recomiendo, pues no es sólo el espectáculo de los caballos, es despues, la comida campestre con familiares y amigos, las fiestas nocturnas, etc. La juventud acostumbra a  llevar tiendas de campaña y se pasan alli los tres o cuatro días que dura la celebración. Os recomiendo que si teneis ocasión no perdais la ocasión de vivir algo diferente.

4 comentarios:

  1. Muy interesante las descripción que nos hace de esta tradición tan arraigada en esa comarca. Son espectáculos y actividades populares y de las comunidades rurales que nunca deberían perderse.

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  2. Interesantísima fiesta y precioso el reportaje
    un abrazo

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  3. Estoy de acuerdo que estas tradiciones sería una pena que se perdieran. Es de admirar los habitantes del pueblo de Sabucedo con que tesón y cariño consevan su tradicional rapa a lo largo de varios siglos y se va trasmitiendo de generación en generación sin perder nada de su autenticidad, y hoy ya hay una generación de pequeños aloitadores para el día de mañana.
    un abrazo

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  4. Podría estar contandoos cosas de la rapa, horas y horas, porque la he vivido muchas veces y puedo asegurarte que siempre me parece la primera vez.
    Graciela, un abrazo

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