Una tarta de queso diferente, que hará las delicias de vuestros invitados, la suavidad de la nata y el queso, el toque del Baileys, y el contraste fuerte del café, la convierte en una tarta inolvidable, una tarta para repetir. Y además es bonita, la fina capa de gelatina de café con su brillo hace que guste sólo con verla.
INGREDIENTES :
Para la base
Galletas "Digestive" 200 gr.
Mantequilla 150 gr.
Para la crema
Queso Philadelfia 300 gr.( envase y medio ).
Azúcar 250 gr.
Yogures naturales 2.
Crema de whisky 2 chupitos.
Nata líquida 1 envase de 500 ml.
Gelatina neutra 10 hojas.
Para la cobertura:
Café soluble 2 cucharadas.
Azúcar 2 cucharadas.
Agua 1/4 litro.,
Gelatina neutra en polvo 6 gr. ( un poco más de medio sobre, son sobres de 10 gr.).
ELABORACIÓN :
Las tartas que llevan gelatina es mejor hacerlas de víspera, o por lo menos unas 5 horas antes de servirla.
Forrar con papel de horno un molde desmontable. Triturar las galletas y mezclarlas con la mantequilla derretida. Cubrir el fondo del molde con esa masa y introducir en la nevera para que se endurezca.
Cortar las hojas en tres trozos y ponerlas en un recipiente con agua fría para que se hidraten
En un bol mezclar el queso, el azúcar, los yogures y la crema de whiskyy hasta conseguir una crema homogénea. Calentar un pocillo de leche y fundir en él las hojas de gelatina escurridas, remover bien y añadir a la crema.
Montar la nata líquida y añadirla al bol. Se mezcla con una espátula con movimientos envolventes.
Verter todo en el molde e introducir en la nevera, hasta que esté completamente cuajada.
Para hacer la gelatina de café es mejor esperar un par de horas para que ya la crema tenga consistencia y no se mezclen . Se ponen en un cazo todos los ingredientes, el agua, el café, el azúcar y la gelatina en polvo. Se calienta a fuego lento, removiendo para que se disuelva todo y sin dejar que hierva se separa del fuego y se deja enfriar un poco. Se saca la tarta de la nevera y se vierte despacito encima de la crema y se vuelve a meter en la nevera.
Para adornarlo no quería ponerle mucha cosa encima porque el café ya adorna bastante, así que me decidí por un florecita de azúcar, que ya se compran hechas.